El cáncer de cuello uterino comienza en las células que recubren el cérvix, la parte inferior del útero (matriz). El cuello uterino conecta el cuerpo del útero (la parte superior donde crece el feto) con la vagina (canal del parto). El cáncer comienza cuando las células del cuerpo comienzan a crecer sin control. El cuello uterino está formado por dos partes y está cubierto con dos tipos diferentes de células.

El endocérvix es la abertura del cuello uterino que conduce al útero. Está cubierto de células glandulares.

El exocérvix (o ectocérvix) es la parte exterior del cuello uterino que el médico puede ver durante un examen con espéculo. Está cubierto de células escamosas.

El lugar donde estos dos tipos de células se encuentran en el cuello uterino se llama zona de transformación. La ubicación exacta de la zona de transformación cambia a medida que envejece y si da a luz. La mayoría de los cánceres de cuello uterino comienzan en las células de la zona de transformación.

Los cánceres de cuello uterino y los precánceres de cuello uterino se clasifican según su apariencia en los laboratorios con un microscopio. Los principales tipos de cánceres de cuello uterino son el carcinoma de células escamosas y el adenocarcinoma.

– La mayoría (hasta 9 de cada 10) cánceres de cuello uterino son carcinomas de células escamosas. Estos cánceres se desarrollan a partir de células del exocérvix. Los carcinomas de células escamosas comienzan con mayor frecuencia en la zona de transformación (donde el exocérvix se une al endocérvix).

– La mayoría de los otros cánceres de cuello uterino son adenocarcinomas. Los adenocarcinomas son cánceres que se desarrollan a partir de células glandulares. El adenocarcinoma de cuello uterino se desarrolla a partir de las células glandulares productoras de moco del endocérvix.

– Con menos frecuencia, los cánceres de cuello uterino tienen características tanto de carcinomas de células escamosas como de adenocarcinomas. Estos se denominan carcinomas adenoescamosos o carcinomas mixtos.

Aunque casi todos los cánceres de cuello uterino son carcinomas de células escamosas o adenocarcinomas, también pueden desarrollarse otros tipos de cáncer en el cuello uterino. Estos otros tipos, como el melanoma, el sarcoma y el linfoma, ocurren con mayor frecuencia en otras partes del cuerpo.

Casos en España

El cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer más frecuente en mujeres después del de mama, con una incidencia de 604.127 casos nuevos en el año 2020 en todo el mundo y alrededor de 2.000 en España. Sin embargo, no es uno de los que presenta mayores índices de mortalidad.

Signos y Síntomas

 

Las mujeres con precánceres y cánceres de cuello uterino en etapa temprana usualmente no presentan síntomas. Los síntomas a menudo no comienzan hasta que un cáncer se torna más grande y crece hacia el tejido adyacente. Cuando esto ocurre, los síntomas más comunes son:

          Sangrado vaginal anormal, como sangrado después del sexo vaginal, sangrado después de la menopausia, sangrado y manchado entre periodos o periodos menstruales que duran más tiempo o con sangrado más profuso de lo usual. También puede ocurrir sangrado después de una ducha vaginal.

          Una secreción vaginal inusual (la secreción puede contener algo de sangre y se puede presentar entre sus periodos o después de la menopausia).

          Dolor durante las relaciones sexuales

          Dolor en la región pélvica

Algunos signos y síntomas observados de la enfermedad más avanzada son:

          Hinchazón de las piernas

          Problemas para orinar o para evacuar

          Sangre en la orina

 

 

Factores de riesgo

 

Infección por VPH

Tabaquismo

Antecedentes sexuales

Sistema inmunitario débil

Infección con clamidia

Uso prolongado de anticonceptivos orales

Tener muchos embarazos a término

Edad temprana del primer embarazo

Dietilestelbistrol

Antecedente familiar

 

Mortalidad

 

La tasa de supervivencia a 5 años de todas las personas con cáncer de cuello uterino es 66 %. Sin embargo, las tasas de supervivencia pueden variar según factores como la raza, el origen étnico y la edad. Para las mujeres blancas, la tasa de supervivencia a 5 años es del 71 %.

 

Bibliografía de imágenes

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